Dorian Gray está sentado a la luz de la chimenea fumando su pipa, mientras su retrato se pudre ante sus ojos atónitos pero soberbios, el hombre moderno, hace lo suyo a su vez como una especie de celebración sincronizada de su dictadura, levanta su copa sentado en una pila de cadáveres, sin alma; pero aún con hambre. Escindido del universo y todavía peor, escindido de él mismo.
Escapa de las manos de los más grandes representantes de la tragedia griega, el momento más lúdico; estéril en su principio (…) cuando platón nunca logró ver más allá de su idealismo, entrepaños de tradición griega vienen esbozando el porvenir de los no convidados al Ágora. ….
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1 comentario:
Ese mi chavo, escribes re bien, no sabia esas capacidades tuyas.
va saludo y feliz cumple pinche veterano...
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